domingo, 24 de febrero de 2013
Cada día
Fue un día cualquiera, en un lugar cualquiera donde te vi, fue una
visión de una diosa o algo así, estabas sentada leyendo una historia
romántica, con tu coquetería, con tu misterio, con tu sonrisa al camarero
cuando te preguntaba algo.
Estoy seguro que más de una mirada te devoraba, se enamoraba, se perdía en
ti.
Yo cada vez más enamorado me ponía de ti, con tu mirada tan
concentrada en esa novela, tan soñadora, tan seductora.
Cada segundo que pasaba yo mas enamorado estaba de ti, como sonreías cuando
algo te hacía gracia, cada segundo que pasaba yo soñaba más y más con
tenerte, con adorarte, con amarte.
Como un tipo se te acercó y te invitó un café. En ese momento sentí
que debía pararme y golpearlo, mas tú con tu hermosa forma de ser, le
contestaste que no pero que el era muy amable.
Cada segundo que pasaba, yo mas enamorado me ponía.
Tu forma de beber tu café, de reír, de soñar cada cosa, hacía que cada
segundo me enamorara de ti.
Me levanté, me acerqué a ti con nerviosismo, pero con valentía a poder
hablarte, y tú, con tu sonrisa, con tu forma de ser, te levantaste y me
dijiste “vámonos amor”.
Así que nos fuimos tú y yo, porque aunque eres mi
esposa es un misterio, una aventura y una bendición verte cada día.
Fin.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario