domingo, 24 de febrero de 2013

El ángel y yo


Una noche mientras dormía, hablé con un ángel; conversábamos acerca de la 

vida, el decía que le gustaría saber y sentir ¿Cómo era la vida?



Yo con una mirada de tristeza le contesté - no te pierdes de gran cosa. A lo que 
el respondió asombrado e indignado -¿Cómo que no me pierdo de gran cosa? 
yo cansado de vivir, asustado y con lágrimas en mis ojos no sabía como 
expresarme y empezarle a contar lo que sentía.



De repente un silencio tranquilizo mi alma, mire al ángel y le dije - te contaré 
un poco de mi vida: cuando yo era pequeño me fascinaba la vida disfrutaba cada 
instante, cada minuto y cada segundo de ella, me encantaba ver las estrellas y 
soñar con ellas.

Tenía lo más valioso del mundo una familia y el calor de un hogar.

Pero una noche papá se fue, dejando un gran vacío en mi corazón, derrumbando 
toda mi alegría y sentía que todo el mundo se venía abajo.



Pasaron los días, mamá lloraba en las noches o a escondidas de mi hermana y de 
mí, pero ella no se daba cuenta que yo la observaba.



Los 3 regresamos a la casa de mi abuelita (mamá de mi mamá), mi abuelita 
una viejita linda aunque algunas veces un poco enojona, ella se quitaba el pan 
de la boca por dársela a otra persona que ni siquiera conocía. Ella nos recibió 
muy bien.



Mientras yo actuaba como si nada hubiese pasado, pero sin embargo por dentro me 
estaba muriendo. 

Mi abuelita estaba muy apegada al templo, ella me animó a formar parte de un 
grupo de adolescentes, luego pase a pertenecer a un grupo de jóvenes.
Todo iba bien pero como siempre hay personas encargadas de hacerte la vida 
imposible, esas personas me molestaban, a mí no me gustaba pelear así que me 
salí del grupo y otra vez me empecé a sentir solo, que la vida no tenía sentido.

Un nuevo día llegó para mí, estaba en la prepa en la clase de historia, entró 
una muchacha, llamando la atención del grupo. Dio un aviso.



Que si queríamos entrar a un curso de primeros auxilios, que al que le 
interesara fuera a la dirección de la escuela para apuntarse.

Regresé a casa. Le comenté a mamá del curso. 

Ella me animó a entrar; con una sonrisa le contesté - nada pierdo con 
intentarlo.

Bueno pero para no hacértela larga, me gustó el curso y decidí quedarme y formar 
parte de la corporación de PC, aún pertenezco ahí.



He visto tanta gente morir en diferentes accidentes y veo como se aferran a la 
vida y sigo diciendo:

- yo no valgo nada

- la vida es un asco

- no se porque vivo


El ángel serio y con una lágrima que rondaba su mejilla comentó - eres una gran 
persona. 

Yo moviendo mi cabeza de un lado al otro lo mire. En ese momento una luz 
brillante encandiló mis ojos, de el salía una voz y esa voz era de Dios, el algo 
molesto grito:



¡Dices que no vales la pena! ¿Ayudas al 
prójimo y no vales la pena?


- ¡Que la vida es un asco! Vives por los demás, te vez reflejada en 
aquellos que sufren desgracias y tratas de salvarlos, arriesgas tu propia vida 
por aquel que ni siquiera conoces y que cuando lo vuelves a ver te da la espalda 
o que haces todo lo posible por el y que solo recibes reclamos, y aún no sabes
¿Por qué vives?


Me quedé callada, pensativa, con un nudo en la garganta. Pero al fin descubrí 
que amo la vida más que nada y que vivo por la vida.



Desde entonces descubrí que me tengo que levantar cada que caiga y que tengo que 
ser fuerte contra todo obstáculo.



Mensaje: 
Amigo o amiga que me estas 
escuchando, tu eres quien escribe tu propia historia, tu decides ir por donde 
quieras, no dejes que nadie te arrebate lo que te gusta, alcanza tus sueños y 
tus metas

Sigue adelante no te detengas, deja que el pasado quede en el pasado, no dejes 
que el pasado arruine tu presente, para amar, ámate a ti mismo…



Fin.

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