martes, 26 de febrero de 2013

Vive hoy

Hoy como cada día al despertar, vienen a mi mente mil recuerdos, mil 
pensamientos donde están ustedes y pareciera que es fácil sobrevivir en este 
mundo con tanto dolor dentro y pareciera que nadie se da cuenta de mi sentir, 
del dolor por la ausencia que llevo conmigo a cada momento, en cada paso.
No imaginé que cuando reíamos mientras jugábamos con la pelota o cuando veíamos 
la tele, sería solo por un momento.

No imaginé que cuando peleábamos e iba corriendo con papá para contarle mis 
tragedias de niño frágil, sería solo esa vez.

No imaginé, después de compartir la misma casa, familia, comida, juguetes, 
lágrimas, tendría que aprender a vivir con todo para mi solo.

Ni siquiera pasaba por mi mente la idea que el día de mi boda, no estuvieran 
presente disfrutando ese día tan soñado para mí.

Pero sí imaginaba ver crecer a nuestros hijos juntos, pensaba que sería feliz al 
tener sobrinos y que la casa de nuestros padres se llenaría de niños y estarían 
felices por tenerlos.

Imaginaba que me aconsejarían cuando me sintiera confundido o angustiado, que 
como todas las familias nos reuniríamos uno que otro día para disfrutarnos.

Pero todo aquello que imaginé se quedará ahí y serán solo sueños no realizados.
Nadie habla de lo difícil que es superar la muerte, yo no sabía el miedo que da 
enfrentarte a lo que viene después de perder a alguien, de la soledad que habita 
en mi casa desde que partieron de este mundo.

Que aunque Dios está con nosotros y la fe es mucha, la comida ya no sabe igual, 
mamá y papá no lucen tan bien como entonces, la casa se siente vacía, solo 
andamos vagando por ahí tres almas cargando nuestro dolor cada quien y en cada 
esquina.

Y nuestra vida sigue con la única esperanza de que al morir, los encontraremos 
de nuevo.

Ahora valoro cada momento que vivo y hago las cosas solo una vez y bien, vivo en 
Dios y él en mí, no existe el mañana, solo el hoy.

Aun sueño con tener una familia que en su ausencia los quiera y se enteren de 
que antes de ser un hombre, fui un hermano.

Moraleja:
Vive el día como si fuera el anochecer, nunca se sabe nada de lo que pasara en 
el futuro, lo único que tenemos es el día de hoy, agradece a DIOS por este día y 
vívelo como si fuera el último día de tu vida, que aparezca en ti el valor, 
vuélvete duro como el acero, dile a esa persona que quieres que la amas, pero 
díselo hoy, mañana tal vez esa persona ya no este, anímate hacer eso que nunca 
te atreviste y sobre todo ora todas las noches, que dios cuidara de ti y de las 
personas que amas. 

Para finalizar recuerda que la vida es como una cueva sin salidas, puedes gritar 
todo lo que quieras pero ten la certeza de que escucharas tu ECO.


Además no eres responsable de la cara que tienes pero si de la cara que pones a 
los demás. 

Así que no le temas al morir, si no al no vivir
La Biblia: dice:
“Estén siempre alegres, 
oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad 
para ustedes en Cristo Jesús.”
 1 Tesalonicenses 5:16-18



Fin.

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