domingo, 24 de febrero de 2013

La máscara



Muchas personas viven y mueren con una máscara de hierro puesta. Librarse de 

ella para ser felices es una elección de cada quien.

En la película "La máscara" protagonizada por Leonardo Di Caprio, vemos 
la historia del heredero al trono de Francia, encarcelado y cubierta su cara con 
una máscara. Una máscara de hierro.



La historia tiene un final feliz: el hermano malo es encerrado en la 
prisión, en lugar del heredero legítimo. Y todos felices y contentos.

Esta película tuvo como base un hecho histórico real. 




En la época de Luís XIV estuvo encerrado en la Bastilla un hombre cubierto con 
una máscara de hierro. Se dice que pudo haber sido un hijo del Rey de Francia. 
También, que pudo ser un militar caído en desgracia. Lo cierto, es que este 
personaje no tuvo tanta suerte como Di Caprio y murió encerrado.
Es triste que esto haya pasado. Pero en la vida real, muchas personas viven con 
una máscara de hierro. Personas que no son ellas mismas, que por la temprana 
domesticación a la que fueron sometidas por sus padres, solo dicen lo que es 
aceptado por los demás.



No son sinceras, y el rostro de su alma permanece escondido atrás de una 
máscara social.

Viven para el qué dirán. Esto les causa profunda infelicidad. Lo único que 
tienen que hacer, es darse cuenta que sus captores ya no existen. Que la 
Bastilla en la que fueron encerradas desde su infancia, ya no puede someterlos.




Que ahora tienen el poder de usar la llave, abrir su máscara y dar a conocer su 
verdadero yo al mundo.

Esa llave está colocada dentro de cada uno de nosotros. Esta llave, significa un 
acto de decisión interior, en el que tomes la llave, abras tu máscara y digas 
¡basta! Seré yo mismo.



Es una de las decisiones más difíciles de tomar durante la vida ¿Por qué? 
Porque la mayoría de las personas tienen una máscara de hierro desde la niñez, y 
por increíble que parezca, se sienten cómodas al ver que todas tienen una 
máscara. Cuando menos, eso llena de conformidad su vida vacía e infeliz.



Pero si eres un Leonardo Di Caprio que se atreve a quitar su máscara, 
algo mágico sucederá. Los demás prisioneros se inspirarán al verte. A través de 
su máscara de hierro, te mirarán con un brillo de esperanza. Y después de 
criticarte, se animarán a quitarse su propia máscara y experimentar la belleza 
de ser libres.




Mensaje:

Tú tienes la poderosa elección ante ti, de tomar tu llave interior y abrir esa 
máscara, para experimentar la emoción de vivir la vida como te dicte tu corazón. 
De ser feliz.


En mi vida, he experimentado la muerte de muchas 
personas cercanas. La mayoría de ellas murieron con la máscara de hierro puesta.

Y tú ¿Qué eliges? ¿Morirás con la máscara de hierro puesta, o te atreverás a 
vivir sin máscaras a partir del día de hoy?



Fin.

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