miércoles, 27 de febrero de 2013

Ojo por ojo y diente por diente

Cuando escuchas el consejo bíblico de ama a tus enemigos y sigue 
orando por los que te persiguen, parece ser un hermoso precepto idealista…

Pero que está fuera de lugar en el mundo actual.



Pues te equivocas. En el mundo de hoy, enfermedades del corazón y presión 
alta son muy comunes ¿Saben cuales son las principales 
causas?


El resentimiento.

Todos tenemos una reserva de energía al despertar cada mañana. Pero cada vez 
que piensas en algo negativo, la vas gastando inútilmente.

En el camino de la cama a la ducha, en lo que te desayunas, puedes pensar y 
destruir a tus enemigos en tu jaula interior.
En la cárcel de tu imaginación, encierras a tu jefe y lo humillas. 

Y ese amor que te traicionó, camina de rodillas ante ti suplicando tu perdón 
y tú como princesa lo castigas con el látigo de tu desprecio.


Y cuando finalmente estás rumbo al trabajo, o la escuela…

Ya te acabaste toda tu energía. Y te sientes enferma, mal y sin ganas de 
hacer nada.

Y cuando vuelves a ver a esa persona, está tan radiante como siempre "pero 
si la aniquilé en la mañana" No. La única que se aniquiló…

Eres tú.

Todas esas personas que te hirieron, se reirían si supieran que por 
ellas sufres. Cuando piensas en ellas, les das poder sobre ti y te haces su 
esclava.

Si te hicieron algo, actúa desde un punto de vista de responsabilidad
¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Qué puedo hacer para 
mejorar la situación existente?


Y hazlo. Si ya no hay nada que hacer, quema esos recuerdos como cenizas y 
que se los lleve el viento, así, ya no ocuparán espacio en tu interior.


Nunca le des a nadie poder sobre tus pensamientos y tu salud. Remedia lo que 
se pueda y si no eres tan mártir como para perdonar al que te hizo daño, 
cuando menos actúa con amor hacia ti, desterrándolo a las tierras del 
olvido.

Mejorarás tu salud y tendrás más tiempo para pensar en cosas que si te hagan 
feliz.

Mensaje: 

Existe una frase muy conocida: "La venganza nunca es 
buena, mata el alma y la envenena".


no hay que hacer venganza, porque podemos herir a alguien que queremos 
mucho, sin querer, y después podríamos arrepentirnos de ello.. 



dice la Biblia: "No te vengarás ni guardarás 
rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
Levítico 19,18



Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario